Sánchez se atribuye la remontada del PNV frente a Bildu y Feijóo no logra taponar a Vox
El PSOE destaca que la estrategia de apretar a los abertzales por no condenar a ETA ha sido clave para sumar mayoría con los de Ortuzar. Yolanda Díaz toma oxígeno antes de las europeas
- La suma de PNV y PSOE
- Se atribuye la remontada
- El PSE vetó a EH Bildu
- Feijóo no tapona a Vox
- Abascal aguanta en su “patria”
- Sumar echa a Podemos de Euskadi
El PNV ha resistido, pese a la subida histórica de Bildu, y podrá seguir gobernando con el PSOE en Euskadi. Los socialistas han logrado hacerse un lugar, en unas elecciones en las que, hasta que se produjo la negativa de los abertzales a referirse a ETA como una banda terrorista, únicamente acaparó atención la pugna entre el PNV y Bildu por la victoria.
El PSE ha crecido, y revalida su condición de socio indispensable para gobernar en el País Vasco, en unas elecciones en las que los socialistas ganan 25.000 votos -de 122.000 a 147.000- y suben de 10 a 12 escaños, su mejor resultado desde 2012.
En una campaña en la que fue de menos a más, la candidatura de Eneko Andueza ha salido reforzada, y contiene la caída del PNV, asegurando entre ambos los 38 diputados (39) que otorgan la mayoría absoluta en el Parlamento Vasco.
La candidatura de Andueza, que se estrenaba como cabeza de lista, cumple los mejores pronósticos de los tracking internos que se manejaban.
El ambiente en la sede socialista de Ferraz, donde como mínimo se daba por seguro que se mantendrían los 10 escaños de 2020, contrastaba con la noche electoral de las elecciones gallegas, en las que los socialistas firmaron su peor resultado en esa comunidad autónoma.
La suma de PNV y PSOE
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la dirección del PSOE, una de las incógnitas en el equipo de Pedro Sánchez, que siguió junto al presidente la noche electoral en Moncloa, era si el PNV aguantaría la subida histórica de Bildu y se alcanzaban la suma de 38 escaños que permite reeditar el actual pacto de Gobierno vasco.
Hay que recordar que la campaña de EH Bildu iba lanzada, hasta que su candidato, Pello Otxandiano, se destapó durante una entrevista con Aimar Bretos en la Cadena SER. El candidato -procedente de las filas de Sortu- no quiso romper amarras con ETA ni llamar terrorista a la banda, y terminó la campaña a trompicones.
Se atribuye la remontada
Las fuentes socialistas consultadas por ECD explican que Pedro Sánchez se atribuye la remontada del PNV a costa de Bildu.
Sostienen que el presidente marcó la estrategia a los socialistas vascos, dirigida a tratar de alimentar al PNV y debilitar a Bildu en los últimos días de campaña. Toda la maquinaria del Gobierno y el PSOE se puso en marcha para llamar “cobarde” a Otxandiano por sus palabras sobre ETA.
Al jefe del Ejecutivo le interesaba, aseguran, un PNV fuerte, con el fin de evitar un endurecimiento (en ningún caso, ruptura) de las exigencias de Bildu en el Congreso de los Diputados por dar el Gobierno vasco a los de Andoni Ortuzar.
El PSE vetó a EH Bildu
El secretario general del PSE, Eneko Andueza ya había dejado claro, desde antes de la campaña, que, si del PSE dependía, ni pactaría con EH Bildu ni, mucho menos, le permitiría gobernar.
En la campaña, el secretario general del PSE ha sido, de largo, el candidato más duro con la coalición abertzale, a la que ha criticado una y otra vez en sus mítines, mientras que, paradójicamente, el PP apenas sacaba a colación el asunto ETA, a diferencia de lo que hace en el resto de España.
Feijóo no tapona a Vox
El PP se jugaba poco en esta cita electoral, que los populares daban por hecho que no movería el tablero nacional. Fueron ajustando expectativas a medida que se acercaba la cita con las urnas. Se conformaban con un ligero ascenso sobre los seis diputados que lograron en las elecciones de 2020, entonces en coalición con Ciudadanos.
La dirección nacional de Alberto Núñez Feijóo aspiraba a crecer al menos un escaño para cumplir el expediente, como finalmente ha ocurrido, pero también se había marcado como prioridad taponar a Vox, y eso es algo que no ha logrado.
Pese a subir un escaño, en el mejor de los escenarios el PP confiaba en que una suma insuficiente del PNV y el PSE les diera un papel en la gobernabilidad vasca.
Abascal aguanta en su “patria”
El resultado de Vox es irrelevante para la formación del Gobierno vasco, pero decisivo para el propio partido: si no lograba renovar en Vitoria el escaño de Amaia Martínez, se vería era expulsado por primera vez de un parlamento autonómico en el que ya había entrado, y se agrandaba el agujero económico que le ha causado el fiasco en las elecciones gallegas.
Resultaba, además, un golpe sentimental: Álava es la “patria chica” de Santiago Abascal: su padre fue el primer candidato de Vox a lehendakari, en 2016.
Sumar echa a Podemos de Euskadi
Para Sumar, obtener un escaño en el Parlamento vasco ha sido un éxito, que permite ahora a Yolanda Díaz tomar oxígeno antes de la batalla decisiva de las elecciones europeas.
Sumar se sometía a su segundo examen en unas autonómicas, y lo hacía de nuevo bajo la amenaza de acusar los efectos de la división en el espacio a la izquierda del PSOE por la pugna con Podemos, partido que desaparece en un nuevo territorio.
Las elecciones en Euskadi llegaban en un momento complicado para la plataforma de Díaz, aún en proceso de construcción, desdibujada en el Gobierno, tras el fiasco en Galicia, y en plenas turbulencias internas por las europeas.
Las negociaciones para cerrar una lista unitaria que presentar en los comicios del 9 de junio han causado un profundo malestar en Izquierda Unida, y el ruido de las últimas semanas ha acaparado más atención que una campaña vasca que se ha jugado en clave local.
