La identificación de zulos se ha anunciado para este sábado

Aviso de ETA: “Si hay pinchazos telefónicos, no entregamos las armas”

La banda ha advertido a España y Francia que si intervienen las llamadas a los verificadores para localizar a los terroristas, cancelará la operación

Dos miembros de ETA entregan armas de la banda a los verificadores internacionales.
Dos miembros de ETA entregan armas de la banda a los verificadores internacionales.

El anunciado desarme de ETA se producirá este sábado cerca de la localidad francesa de Bayona, donde los llamados mediadores internacionales desvelarán dónde se encuentran los zulos con el arsenal de la banda. En los últimos días, los integrantes de la Comisión de Verificación han trasladado a los gobiernos español y francés peticiones concretas, y sorprendentes, de los pistoleros.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes gubernamentales, desde el pasado 18 de marzo, día en el que ETA hizo oficial su intención de desarmarse, las comunicaciones entre Madrid y París se han multiplicado. El objetivo es “blindar” la entrega y esclarecer las verdaderas intenciones de los etarras.

Para ello, los gobiernos español y francés han estado en contacto con la llamada Comisión Internacional de Verificación, cuyos integrantes, y no un miembro de la banda terrorista, serán los encargados de notificar a las autoridades dónde se encuentran los zulos de ETA.

Los miembros de este organismo, que fueron los que avisaron a Íñigo Urkullu de las intenciones de los pistoleros, tienen ya la información sobre la localización de las armas de los etarras, después de mantener contacto telefónico directo con los terroristas. En esas conversaciones, no obstante, y tal y como ha informado El Correo Vasco, ETA ha rebajado las expectativas iniciales.

La banda armada ha asegurado a los verificadores que la entrega de armas prevista para este sábado no será completa: ha perdido parte de su material –asegura- y no dispone ni siquiera de un inventario realista de sus arsenales. Entre esas armas perdidas, además, están las más modernas, como las robadas en Vauvert en 2006. 

ETA pide a España y Francia que no se entrometan

Esa interlocución entre ETA y los observadores internacionales está siendo seguida de cerca por los gobiernos de España y Francia. Y esa circunstancia, unida a las filtraciones a la prensa sobre los avisos de los pistoleros respecto a las armas, no gustan a los terroristas.

La reacción no se ha hecho esperar. Las fuentes consultadas por ECD aseguran que los etarras han transmitido a los gobiernos de español y francés a través de los verificadores, que solo se “impediría la entrega” si ambos ejecutivos intentaran “entrometerse” en el proceso diseñado por ETA.

La banda terrorista teme que los servicios anti-terroristas de ambos países traten de identificar a los pistoleros que están en contacto con la Comisión Internacional de Verificación para realizar detenciones el mismo sábado, una vez anunciada la localización de los zulos. Ante esta amenaza, se ha dejado claro que “si hay pinchazos no hay entrega”.

Desde el Gobierno explican que, desde el primer momento, ETA trató de blindarse a través de los mediadores, ya que “no se hará entrega, sino que se dará un mensaje por parte de uno o varios integrantes de la Comisión”. La detención de un miembro de la banda, por tanto, no se iba a dar en el acto de Bayona “por el simple hecho de que ellos no van a estar allí”.

La condición de la banda ha sido calificada como “sorprendente” por parte del Ejecutivo, más aún cuando en los últimos días se habla de disolución: “Es una muestra más de que quieren desaparecer pero sin responder ante la Justicia”.

 

Este temor a ser identificados a través de sus comunicaciones con la Comisión Internacional de Verificación tiene una explicación: responde a la psicosis existente entre los últimos pistoleros de ETA, que llevan tiempo sin emplear Internet o teléfonos móviles para organizar reuniones entre ellos. Temen ser cazados por el uso de aparatos o redes. De hecho, esos encuentros se celebran en mitad de un bosque y de madrugada para evitar seguimientos por parte de la Policía. 

Sin representantes de los gobiernos

La entrega de armas por parte de la banda terrorista supone un paso decisivo para la desaparición total de ETA, pero desde los gobiernos español y francés apuestan por la prudencia a la espera de acontecimientos. Para hacer patente esa postura, ni Rajoy ni Bernard Cazeneuve enviarán a representantes de sus ejecutivos a Bayona.

Tampoco acudirán ni Íñigo Urkullu ni ningún cargo del Gobierno Vasco, que también ha querido marcar distancias con el “acto de desarme”.

Únicamente asistará el presidente del Consejo Regional del PNV de Iparralde, localidad próxima a Bayona, Pako Arizmendi.


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