El día que Felipe González salvó a Susana Díaz
Manuel Chaves maniobró para frenar su ascenso en el PSOE de Andalucía. El ex presidente del Gobierno abortó la operación
Susana Díaz es la apuesta de Felipe González como futura líder del PSOE desde hace más tiempo del que se pudiera pensar. El ex presidente del Gobierno conoce a la andaluza desde joven y siempre vio en ella algo especial. Por eso, impulsó su ascenso dentro del partido pese a la férrea oposición de Manuel Chaves en Andalucía.
Hace dos semanas, El Confidencial Digital informó sobre una conversación privada entre Felipe González y Javier Fernández, posterior a la creación de la gestora del PSOE tras la dimisión de Pedro Sánchez, que ha dado mucho de qué hablar.
El ex presidente del Gobierno pidió al asturiano que, en los próximos meses, fuera él quien se quemara tomando las decisiones más delicadas del partido, como la abstención en el debate de investidura para facilitar el Gobierno de Rajoy. Fernández, por tanto, tenía que cargar con todo ese desgaste con un único objetivo: dejar el camino despejado a Susana Díaz.
El propio González explicaba al presidente de la gestora socialista que esa era la única forma para que la andaluza, su gran apuesta de futuro en el PSOE, lograra la tan apreciada secretaría general del partido.
Pues bien. Según ha podido confirmar ECD, las gestiones del ex presidente del Gobierno a favor de Susana Díaz no se reducen, ni mucho menos a la actualidad. González lleva años trabajando para que la sevillana escalara posiciones dentro del partido y no ha dudado en mantener conversaciones similares a las que tuvo con Fernández el mes pasado.
Convenció a Chaves para que no apartara a Díaz
Ex altos cargos de la Junta de Andalucía y del PSOE regional han explicado a este confidencial cómo González salvó el futuro político de Díaz hace ya más de un lustro, cuando el mandato de Manuel Chaves agonizaba y el dúo “Griñán-Susana” empezaba a hacerse fuerte.
Chaves, explican las fuentes consultadas, siempre tuvo recelos de la sevillana, que ya había chocado con Bibiana Aído en las Juventudes Socialistas de Cádiz, y su objetivo era frenar su ascenso dentro del PSOE de Sevilla y también en la federación regional del partido.
Felipe González fue advertido de las intenciones del ex presidente de la Junta de Andalucía y actuó con rapidez. Haciendo valer su poder de influencia dentro del PSOE andaluz, convocó de urgencia a una reunión a Chaves, a su entonces número dos, Carmen Hermosín, y al ex presidente regional del partido, Luis Yáñez.
En el encuentro, que tuvo lugar en la consejería de Justicia de la Junta, González dijo a los presentes que su apuesta de futuro era Susana Díaz y que había que protegerla en un momento en el que varios compañeros ya se habían movilizado contra ella.
Según las fuentes consultadas, Chaves, Hermosín y Yáñez captaron el mensaje y Susana Díaz no encontró oposición alguna para ir ascendiendo puestos dentro del partido hasta convertirse en presidenta de la Junta, en septiembre de 2013, relevando a José Antonio Griñán.
