José Apezarena

A mí los 5.000 avales de Susana me parecen suficientes

Susana Díaz ha ganado a Pedro Sánchez la "batalla de los avales" por solo 5.000 firmas más.

Así tituló casi todo el mundo, poniendo énfasis en que "solo" eran 5.000, la noticia sobre el recuento final de las adhesiones recogidas para cada uno de los tres candidatos a la secretaría general del PSOE.

Parece que el veredicto de la militancia produjo cierta frustración, pero hay que achacarlo a que previamente se vaticinó que Sánchez no sacaría tantos apoyos, y también a que se pronosticaba que la andaluza le iba a barrer. No ha habido tal, no ha existido barrido, y de ahí la aparente decepción.

Si miramos a las anteriores primarias para secretario general, Pedro Sánchez obtuvo el 49% de los votos, frente al 36% de Eduardo Madina, pero Sánchez tuvo entonces el respaldo de Andalucía, que ahora no le apoyará, o al menos no masivamente.

Dicho lo cual, a mí 5.000 avales de diferencia me parecen relevantes.

A la vista de un resultado tan igualado, son muchos los que aluden a un PSOE dividido, fracturado en dos mitades irreconciliables, e inciden en el riesgo que ello supone para el futuro del partido, y también de quien salga elegido. Sin embargo eso mismo, victorias por la mínima y bloques enfrentados, es lo que ha acaecido en otras muchas ocasiones sin que después hubiera sobrevenido una ruptura.

Baste recordar lo ocurrido en los últimos congresos del PSOE, cuando Rodríguez Zapatero le quitó a Bono la secretaría general por solo 9 votos, y donde Rubalcaba venció a Carme Chacón por 22. Los dos bloques resultaron evidentes, pero a continuación no estalló fractura alguna.

¿Existen hoy dos bloques en el PSOE? Sí. ¿Habrá ruptura después de la elección de secretario general? Depende. Según algunos expertos, ese peligro sólo se producirá si el que gana es Pedro Sánchez.

De todas formas no hay que olvidar un dato muy relevante: que después de las primarias del PSOE viene el congreso federal. Y que los participantes son delegados elegidos en las distintas federaciones. Aquí no estará la militancia, esa que ahora va a decidir entre Pedro Sánchez y Susana Díaz.

 

En el supuesto de que Pedro Sánchez gane las primarias (cosa que está por ver), lo tendrá mucho más difícil en el congreso federal. En este momento, todas las previsiones y cálculos dicen que no saldrá vencedor, porque los delegados votarán mayoritariamente una dirección federal de inspiración “susanista”.

Si tal cosa ocurre, se daría el caso de un secretario general que no controla los órganos de gobierno del partido, sino que los tiene en su contra.

Aunque en algunas ocasiones solemnes Pedro Sánchez ha incumplido su palabra (abundan las acusaciones de haber mentido, por ejemplo por parte de Felipe González), sin embargo ha afirmado que, si no gana el congreso federal, si no saca adelante una dirección “suya”, abandonará la secretaría general.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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