José Apezarena

Pedro Sánchez, no digas que no te aviso

“Rey don Sancho, rey don Sancho/no digas que no te aviso”. Así comienza el romance del rey Sancho II de Castilla, avisándole de la traición que le preparaba Bellido Dolfos.

A mí se me ha ocurrido lanzar un aviso a Pedro Sánchez.

Terminado el congreso federal con un auténtico baño de masas, de los que tanto te gustan, aplaudido y vitoreado por más de ocho mil personas tras haber podido conformar una ejecutiva completamente a tu gusto, permíteme, Pedro Sánchez, algunas consideraciones, hechas desde fuera pero que podrían serte útiles de cara al futuro.

La primera, y más elemental, es que, aunque has sacado adelante todas las votaciones y el congreso, no te equivoques: esto no lo tienes ganado.

Me parece relevante el dato de que tu nueva ejecutiva haya sido votada por el 70,5% de los asistentes, es decir, 14 puntos por debajo de lo que conseguiste en 2014. Y eso que has articulado una asamblea controlada, conducida con mano firme a través de la elección de delegados, aunque también porque esta vez no han opuesto resistencia de verdad tus rivales.

Ten cuidado con algunos mensajes que se han manejado estos días, como por ejemplo el menosprecio y la ridiculización de personajes como Felipe González. Creo que por ahí no vas bien y que deberías remediarlo. La historia del partido no se puede pisotear gratuitamente.

Atento también al comportamiento mostrado por tu principal rival, Susana Díaz. Se ha medio escondido, no se ha dejado ver apenas, ha permanecido en la sombra, y cuentan que el sábado abandonó el congreso federal llorando. Pero no ha tirado la toalla. No se ha rendido.

Y cuídate porque te van a vigilar estrechamente. Los mismos que lograron echarte en aquel comité federal de octubre. A los que has conseguido marginar por la vía de recurrir a los militantes, pero ese procedimiento no puede ser el mecanismo ordinario. Solamente cabe acudir a él en momentos excepcionales, y tampoco se puede repetir demasiadas veces porque lo desgastarás y dejará de funcionar.

Así que, a pesar de los resultados que has alcanzado en el congreso federal, no te engañes: no tendrás mano libre para cualquier cosa. Desde luego, no te permitirán hacer lo que intentaste a las puertas del comité federal de octubre, esa alianza con Podemos y con independentistas que Rubalcaba calificó como “Gobierno Frankenstein”.

 

No te confíes. La prueba de fuego, donde te lo jugarás todo, y definitivamente, son las elecciones próximas.

Ahora no pueden tumbarte. Antes tienen que rebajar tu fuerza entre la militancia, han de conseguir que las bases te olviden, que pase el tiempo. Y no van a intentar nada también porque faltan menos de dos años para las próximas generales y no queda tiempo para buscar otro candidato. En unas elecciones hay mucho en juego, mucho que defender para todos en el partido, amigos y enemigos, y no es momento de peleas internas.

Tus rivales se han mimetizado, se han camuflado. Han enterrado el hacha de guerra, pero la tienen localizada, saben dónde está y la esgrimirán en cuanto lo vean conveniente. Ni están derrotados ni han renunciado.

En esas elecciones de 2019 ya no te valdrá argumentar que has evitado el ‘sorpasso’ de Podemos, como hiciste en el 2016, ni que sigues siendo segunda fuerza.

Si en las próximas generales no subes, si no mejoras, si no recuperas, si no te conviertes en opción de Gobierno, será el final. Cuatro derrotas son demasiadas. Te tirarán abajo también porque en ese momento tendrán por delante cuatro años para reponerse. Contarán con tiempo para buscar otro candidato, recomponer el partido y rehacer el programa… sin ti.

Lo dicho, Pedro Sánchez: no te equivoques ni te confíes. No digas que no te aviso.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato