José Apezarena

González, Aznar y Zapatero, los "tres tenores" en vivo y en directo

Asistí con interés ayer al coloquio de los tres presidente del Gobierno, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, organizado por Vocento para conmemorar los 15 años del nacimiento de ese grupo mediático.

Un encuentro verdaderamente singular, porque nunca se habían reunido los tres para hablar juntos de política y de la situación de España. Son algo así como los "tres tenores" de nuestra política.

Los tres tienen cosas que callar y que ocultar, fracasos y tropiezos, pero también algo de lo que presumir. Felipe González, de la modernización de aquella España de los años 80. José María Aznar, del empujón económico que dio a este país. Zapatero, del final de ETA. Fueron las bazas que exhibieron. Olvidaron (es lógico) la corrupción del PSOE, la guerra de Irak, o la crisis que nos situó al borde de ser intervenidos.

Viendo a los tres, y escuchándoles, me sentí reconfortado. Y con la sensación de que este país parece cada día más "normal". ¿Qué quiero decir con eso? Pues que somos una nación homologable con todas las de nuestro entorno, y que en algunos aspectos tiene poco que envidiar a muchas de ellas.

Tenemos un país políticamente estable, con historia que recordar (pasada y reciente), con un presente del que es posible presumir, y con un futuro que, por muchos que sean los nubarrones que se ciernen, resulta tan prometedor como exitoso ha sido el pasado próximo.

Aunque existan escépticos, lo cierto es que España tiene mimbres para sentirse segura y para mirar con alguna confianza hacia el futuro.

Con las salvedades que podrían hacerse, con todas las reservas y matices, la realidad es que tenemos instituciones, historia acumulada, clase política, legislación fiable, sistema económico eficaz, clases medias (más o menos castigadas, pero están, ahí), un sistema informativo, hay seguridad jurídica, seguridad callejera...

Los tres ex presidentes se mostraron orgullosos del pasado (la transición), tranquilos con el presente (hay estabilidad y recuperación económica), y confiados en el futuro.

El principal nubarrón, porque está dentro de nosotros, es el desafío independentista catalán. Los tres coincidieron. Como bien subrayó Felipe González, España sin Cataluña no es España; será otra cosa. Y esta España tiene 500 años de existencia. José María Aznar afirmó que "antes de que se rompa España, se romperá Cataluña". Zapatero sostuvo que se trata de "un viaje a ninguna parte".

 

Por cierto, que Zapatero citó a Pablo Iglesias, para contar que se había alegrado de escuchar al líder de Podemos decir: "Me siento orgulloso de ser español".

Y Aznar no dejó de aludir a su nuevo amigo, Albert Rivera, allí presente. El único presidente de un partido nacional que asistió al acto.

Para escuchar a los "tres tenores", hubo poquísimos ex ministros, pocos socialistas, y una representación del Partido Popular de escaso nivel orgánico.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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