Feijóo solo aceptará dos debates en toda la campaña para evitar poner en peligro la victoria

Génova ha elaborado una estrategia en la que no va a asumir riesgos y considera que tanta exposición frente a Pedro Sánchez le puede provocar desgaste

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante un mitin en la estación central de Getafe (Madrid).
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante un mitin en la estación central de Getafe (Madrid).

Moncloa ha planteado reducir el 23-J a un cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. De ahí que el presidente del Gobierno haya propuesto celebrar un debate cada semana con el líder de la oposición. Pero el PP lo tiene decidido: solo aceptará dos debates en toda la campaña para evitar poner en peligro la victoria.

En Moncloa están convencidos de que los cara a cara que Sánchez y Feijóo han protagonizado en el Senado les han ido bien. Y quieren forzar esa sensación de que es una cosa o la otra en estas elecciones, o yo o ellos.

Hasta ahora, Sánchez ha recibido cuatro propuestas para celebrar debates. Las acepta todas, pero quiere más. Desde la próxima semana, un cara a cara cada semana. Así lo anticipó este lunes en un acto organizado por eldiario.es.

Una campaña mediática

Con esta dinámica, además de asegurarse protagonismo, el equipo del presidente del Gobierno persigue realizar una campaña mediática, que los medios sean su ventana de exposición, toda vez que el 23-J se va a desarrollar en pleno verano, con casi toda España de vacaciones y con mucho calor, lo que complica una campaña al uso de grandes mítines. Más tele y menos calle.

Este planteamiento de Sánchez contrasta con la actitud que mantuvo en las dos elecciones generales que se celebraron en 2019, cuando los socialistas rechazaron un cara a cara con Pablo Casado y su apuesta fue un debate a cinco en el que estuviera Vox.

Solo aceptará dos debates electorales

La respuesta de la dirección del PP a la propuesta de Sánchez para debatir seis veces, una a la semana, con Feijóo, no se ha hecho esperar. “Es una excentricidad más”, ha declarado este lunes el portavoz de campaña del partido, Borja Sémper.

En el equipo del líder de la oposición creen que el “tsunami” del 28-M no sólo no se va a revertir en el escaso tiempo que queda hasta el 23 de julio (48 días), sino que la diferencia será “aún mayor”, porque esta vez el plebiscito será “directamente” sobre Sánchez, sin que los candidatos socialistas amortigüen el impacto.

Feijóo cuenta con la ventaja del viento de cola tras su victoria en las municipales y autonómicas, en las que ha superado en más de 700.000 votos al PSOE y le ha arrebatado gran parte de su poder territorial.

La tendencia es tan buena, piensan en el PP, que hay que ir a una campaña conservadora, de poca exposición, porque su principal riesgo es echar a perder esa ventaja por cometer errores.

 

El líder popular pretende también transitar por la campaña sin mancharse con los acuerdos territoriales con Vox, bien postergándolos todo lo que pueda hasta después del 23 de julio, o bien dejando hacer a sus barones. Sin embargo, la extrema derecha no se lo va a poner fácil.

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