Fundación la Caixa: escuchar y saber despedirse de los seres queridos, claves para acompañar a las personas en los últimos momentos de su vida

“Algunas conversaciones finales con pacientes terminales son maravillosas”. Quien así se expresa es Ana María Almansa, psicóloga y directora del equipo psicosocial de la Cruz Roja de Almería. Y su experiencia avala su testimonio. Así lo cuenta en el capítulo de “A Fondo” de la Fundación la Caixa, sobre atención emocional, social y espiritual, en una entrevista muy emotiva y desde el corazón realizada por la periodista Gemma Nierga.

Cómo acompañar en los últimos momentos de la vida

En esta conversación se recoge con mucho acierto el papel de los profesionales que acompañan a personas con enfermedades incurables. Y se descubre cómo a través del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación” la Caixa” se acompañan a quienes se encuentran en la última etapa de sus vidas y a sus familias.

Porque a las personas con enfermedades terminables les preocupa fundamentalmente dos cosas: paliar su dolor físico y saber despedirse de sus seres queridos para que estén bien cuando ellos se vayan.

“Si sabemos escuchar, acompañar y conocer las necesidades de estos pacientes y sus familias, el final puede ser precioso. Saben despedirse de los suyos. Se van en paz. Reconocen que su vida ha merecido la pena. Por eso, es importante resolver todas estas preocupaciones”, expone Ana María Almansa.

Atención psicosocial y espiritual

Y es que la atención psicosocial y espiritual mejora el bienestar y el estado de ánimo de las personas con enfermedades avanzadas. Mayor bienestar y mejor estado de ánimo. Estas son las principales conclusiones de la última evaluación que, coincidiendo con el Día Mundial de los Cuidados Paliativos del pasado 14 de octubre ha presentado el programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación “la Caixa”. Todo ello tras evaluar la efectividad de las intervenciones de los Equipos de Atención Psicosocial (EAPS) en España con datos recogidos durante 2021 y 2022.

La evaluación, impulsada por la entidad y realizada por la Cátedra de cuidados paliativos de la Universidad de Vic - Central de Cataluña (UVIC/UCC) juntamente con el Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP), cuenta con una muestra de 6.471 pacientes en situación de enfermedad avanzada.

La importancia del acompañamiento

Uno de estos equipos es el psicosocial de la Cruz Roja de Almería. Su directora responde a la periodista: ¿Cómo vivir el final de la vida, ¿cómo mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades avanzadas y cómo acompañarlas?: “Hubo un antes y un después con el Covid. La muerte dejó de ser un tema tabú. El Covid nos puso a todos frente a la muerte, está allí y necesitamos mucho apoyo en esos procesos del final de la vida”.

En el vídeo, Ana Almansa conversa con Gemma Nierga sobre cómo deberíamos vivir el final de nuestras vidas y la importancia del acompañamiento de las personas en ese momento. En la entrevista, hablamos sobre el proceso de final de vida, del miedo al sufrimiento físico y emocional, de la importancia de las despedidas, y de cómo hablar sobre la muerte que nos hace fuertes.  

Mejorar la calidad de vida de pacientes

Y es que el programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación La Caixa tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de pacientes en proceso de final de vida y de sus familiares a través de la intervención de Equipos de Atención Psicosocial (EAPS) en hospitales, residencias y en domicilios de toda España. Con la colaboración del Ministerio de Sanidad, desde 2008, el Programa ha atendido a más de 650.000 personas: 290.181 pacientes y 372.630 familiares.

Una de las principales conclusiones de la evaluación impulsada por el programa es la mejora del ánimo: en la primera visita, el 78% se sentía regular o mal. Después de la intervención de los Equipos de Atención Psicosocial (EAPS), este porcentaje se reduce a menos de la mitad. Tras la intervención profesional, un 66% considera que sus creencias y valores le ayudan a enfrentarse a la situación.

 Expresar emociones y miedos

Algo que sabe muy bien Ana María Almansa: “Las personas necesitan apoyo psicológico, emocional y espiritual en su última etapa de la vida. Pero como no tenemos esa buena costumbre de hablar del final de la vida, las familias suelen tener dificultades a la hora de expresar sus emociones, sus miedos y la situación a la que se van a enfrentar en ese momento y posteriores, sobre todo cuando te dicen que esa enfermedad no tiene solución. Por eso, es esencial que sepan que no van a sentirse solas y que los van a acompañar hasta el último momento”.

“¿Cómo ayudáis a transitar por el miedo y por el dolor?”, le pregunta Gemma Nierga.

“Cuando hablas con el paciente, sueles tener conversaciones maravillosas. Las personas tienen miedo al dolor físico, a sufrir, pero también está la parte del sufrimiento emocional. Por eso los psicólogos, médicos y trabajadores sociales tenemos que acompañarlos y dar calma a la familia”, responde Ana María Almansa.

Porque cuando un ser querido muere acompañado y sin dolor físico gracias a cuidados paliativos, el bienestar mejora para todos, enfermos y familiares “Cuando se rompen lo que nosotros llamamos los pactos de silencio en el dolor emocional se liberan muchas cosas. La persona que se está muriendo necesita que se le escuche, contar lo que le preocupa, resolver para poder cerrar la etapa de su vida”, señala.

Escuela de Cuidadores

Dentro de este programa de la atención a personas en situación de final de vida, la Fundación La Caixa ha impulsado la Escuela de Cuidadores. Se trata de un ciclo monográfico de talleres en formato presencial o virtual dirigidos a personas cuidadoras no profesionales y voluntarios que tienen el objetivo de trasladar conocimientos, técnicas y habilidades para acompañar con calidad a las personas que se encuentran en situación de enfermedad avanzada o final de vida. Cualquier persona interesada se puede inscribir en este enlace.

Porque voluntarios, amigos y familiares pueden aprender a escuchar a los pacientes al final de su vida.  “Es importante saber que el final de la vida no tiene que ser una situación complicada, ni el duelo tiene que transformarse en una enfermedad. El final de la vida forma parte de lo que es la salud. Despedirse es importantísimo. Acompañar, despedirse, escuchar. Con estas tres claves, el paciente se va en paz dando tranquilidad a sus familiares”, concluye Ana María Almansa, psicóloga y directora del equipo psicosocial de la Cruz Roja de Almería.